COMPROMISOS

Muchos dijimos delante de tanta gente las palabras y frases del matrimonio . Tantas veces las hemos oido que no nos damos cuenta del veradero compromiso que encierran. Prometemos ser fieles, prometemos cuidar del otro siempre en la salud y en la enfermedad, prometemos que será para toda la vida. Es por eso que si alguno de los dos falla, el otro no lo entiende. Creemos ir en el mismo barco y no comprendemos que nuestra pareja se baje en alguna de las paradas. Por eso cuando la nave va , es bonito saber que el timón y el rumbo se llevan entre dos y que si por algo llega el momento de la despedida el barco no navega igual.

PIMROSE

Pimrose era una ciudadana inglesa guapa y hermosa. Vivía en un buen barrio de Londres. Se casó con un ruso apuesto y vivieron años felices. Su marido se dedicaba a compra venta de arte. Hizo las mejores adquisiciones que luego vendía y con esto amasó una importante fortuna. No tuvieron hijos. Viajaban y compraban casas aquí y allá por Europa. Pimrose enviudó y quedó bastante desamparada. Dinero y casas tenía pero no le interesaban. Se dedicó a regalarlas. Al jardinero , a a migos  ella vivía en Londres y ¿ para qué las quería? Sola no le interesaban. No sabía que hacer con tanto dinero y no se fiaba de nadie. Así que lo guardaba en casa. Debajo de la mesa tenía un montón de billetes. Undía fué invitada por una amiga suya a pasar unos días a Mallorca. Ilusionada contestó que si , que aceptaba gustosamente. Pero nunca llegó. Extrtañada su amiga llamaba a su casa veces y veces, pero nada. Finalmente contactó con unos vecinos. Estos fueron con la policía y se encontraron una  escena de lo más grotesca. Pimrose llacía muerta en el comedor, encima de su mesa banquera y rodeada de bolsas de basura llenas hasta los topes de libras estelinas. Extraño final para una mujer tan rica . Murió sola , murió rica pero de nada le sirvió. El gobierno incautó todos sus bienes . Ella permanece en el recuerdo de pocos. No supo compartir ni repartir en vida.