SIGUES SIENDO MI REINA

Aquel dia todos los niños estabamos impacientes porque nuestros padres iban a venir al colegio para una reunión de profesores. Ibamos mirando por la ventana a ver el de quién llegaba antes. Finalmente tu viniste algo alterada porque era tarde pero a mi me pareciste igualmente una Diosa. Yo te vi guapa y acelerada a la vez que muy interesada y majestuosa. Me sonreiste y al acto se creó esa complicidad que nos ha acompañado durante tantisimo tiempo. Esa complicidad que me da tranquilidad y que tanto me ayuda cuando me siento perdida. Eres generosa y valiente, comprensiva y exigente, equilibrada y activa, allí donde estás se nota porque eres positiva y nada miedosa. Ayer cuando te vi desayunando en tu casa , con ese quimono de colores , con tu pelo blanco y la piel arrugada, agradecí al Ser Superior que sigas entre nosotros y que no hayas cambiado nada , porque tu , madre, sigues siendo mi Reina, sigues siendo mi Diosa.