GAS TÓXICO

Estás tranquilamente y de repente notas como te invade lentamente ese gas que entra por tu nariz, boca, orejas, por todos tus poros ...sabes que es perjudicial y que durante un rato se va a instalar en tu cuerpo y en tu mente.  No importa que hayas cerrado bien todas las ventanas y  puertas, se cuela fácilmente y además es muy pero que muy tóxico. Tiene nombre, se llama MIEDO. Te despierta en mitad de la  noche y no te deja dormir, te ataca por la calle, se cuela en tus pensamientos más íntimos y no te suelta hasta que consigues con dificultad expulsarlo.Tienes miedo por tus hijos, tus padres,  tu marido , tus amigos, tu trabajo, por el mundo entero, por todo lo que te afecta y rodea. Una vez estás tomada por ese gas hay que tener cuidado con lo que digas o hagas. Si hablas tus palabras pueden ser como dardos envenenados capaces de herir al ser más querido. Si actúas tus hechos pueden tomar el camino equivocado que luego te costará tanto deshacer. Pero tienes que expulsarlo porque el que actúa es tu otro YO, ese que a nadie nos gusta. A mi me ayuda reconocerlo e intentar aislarlo, arrinconarlo. Saber que he sido atacada y que se me pasará. Necesito un abrazo , un apretón de manos una mirada de comprensión, agua, aire, horizonte. Quiero ser dueña de mi mente otra vez, pasearme por los caminos que conozco y me gustan . Respirar hondo y recibir el nuevo día. Quiero recuperar el optimismo y las ganas de luchar , reunirme con los míos y ayudar cuánto pueda. Si , recuperar mi vida y disfrutarla, eso es lo que expulsa el miedo y nos hace más fuertes.