No se que pasa en esta época de festividades Navideñas que la gente se pone enferma. Son los nervios, son las bajas defensas, se constipan, cogen la gripe maligna, en definitiva nos quedamos planchados. Yo por ejemplo me quede clavada ayer de la espalda. No por nada especial sino por andar arriba y abajo y cambiar mis rutinas, esas maravillosas costumbres que nos hacen el día mas fácil porque no hay que pensar. Incluso el perro de mi prima se tragó un anzuelo mientras paseaban cerca de la playa, acabaron en urgencias perrunas, radiografías , scaners, resonancias y que se yo que barbaridades más. Unos muchos euros después la perrita de marras está en casa. Y esto sigue y no para. Es por otro lado lo bonito de estas fiestas, ver a gente que nunca ves, fotos que tardaran un año en repetirse. Nos vamos deseando un buen año venidero porque sabemos que habrá de todo. Lo que está claro es que el 2.013 también ha dejado buenos momentos. Optimismo para el 14. Eso le pido yo.
