Hoy ha amanecido lloviendo. Me encantan las tormentas de verano: si se está de vacaciones sirven para hacer un alto en el camino, para cambiar los planes, sustituir chanclas por calcetines y bambas,para estarse quieto y descansar. Esa palabra que en vacaciones escasea.
De un tiempo a esta parte parece que hacer vacaciones signifique poner en marcha planes insólitos y no parar. Si uno esta aquí, desea estar allá. Los de allá, acullá los que suben quieren bajar y los que están arriba descienden y así se produce un intercambio de actividades desenfrenado, como si la gente no quisiera perderse nada y estar en todas partes.
Sentada frente al mar dejo que mi vista se pierda y mi mente se pasee por los recuerdos, esos compañeros de viaje que siempre están y nunca fallan con los que una se puede pasar horas y horas bien entretenida.
Feliz quince de Agosto a todos.