Ayer se terminaron las clases de R. por este año. A lo tonto a lo tonto ya llevamos tres años trabajando juntos. Creo que todos hemos ganado mucho desde entonces. Vamos aprendiendo a sacar lo que en su día desde pequeños metimos mal en nuestras cabezas y nos pesa como piedras. Ahora tenemos que seleccionar, pulir y volver a meter en nuestro baúl lo que nos sirve y lo demas deshechar sin piedad. No es nada fácil porque hemos practicado el error demasiado tiempo y cambiar el movimiento y rumbo cuesta mucho. Pero vamos por el buen camino, se siente, se nota y los frutos se van viendo lentamente. La velada , el coloquio , la buena compañía, el que vinieran los consortes entre otras hizo que pasaramos una noche inolvidable. Jornadas tranquilas y enriquecedoras como esta son exactamente las que pasaría una y mil veces en la próxima etapa de mi vida.
