Mirad que frase tan sugestiva:
Tres horas son en ciertas ocasiones una eternidad pero a veces el intervalo solo puede ser una eternidad de placer. (H.James. Retrato de una dama).
Doy rienda suelta a mi imaginación. Es verdad que tres horas pueden hacerse eternas como en un atasco, en la consulta del dentista, en la convalecencia de una lesión. Pero ¿ que tal esperar tres horas sabiendo lo placenteras que van a ser según el programa que uno vaya a tener? Los amados que solo tienen tres horas para verse. Esperar tres horas por el nacimiento de ese hijo tan deseado. A veces los intervalos pueden ser una eternidad de placer y yo añadiría que hasta minutos fugaces o segundos evocando recuerdos por ejemplo de personas que nos han dejado, pueden proporcionarnos esos flashes de verdadera felicidad y hace que nos inunde una sensación de tranquilidad , calma, placidez y sosiego.
