Y meditando meditando, el veranito va pasando. Me hago la siguiente reflexión: ¡ COMO HE CAMBIADO ! Esta mañana lo comentábamos con mi marido. A lo largo de los años cambiamos las prioridades y orden de los valores hasta llegar a extremos opuestos. Miramos las cosas desde un prisma muy diferente. Nos volvemos más tolerantes. Yo hago , digo y pienso cosas que antes hubieran sido impensables para mi. Empiezo a usar expresiones de mis antiguos que a mis hijos les hacen mucha gracia. Valoro tantas cosas que hicieron por mi pero yo daba por hechas. Me relaciono con personas diferentes en las que encuentro pozos de sabiduría y riqueza humana. Escucho a los jóvenes con una mezcla de interés y curiosidad y a los mayores con cariño y admiración. Aunque el giro completo lo habre hecho cuando les diga a mis hijos lo que decía mi abuela: Ay Virgen Santísima de los siete remedios, pero a esto no se si llegaré...:)
Pd. Os invito a que pongais expresiones de vuestros padres y abuelos, esas que tantas veces oimos en su momento pero ya no usamos.