CIUDADANOS DEL MUNDO

He tenido ocasión de hacer un corto viaje por Amsterdam . Vuelvo maravillada del bullicio joven de esa ciudad. Al hacer buen tiempo , los parques estaban a rebosar de turistas y oriundos . Las bicicletas conviven con los tranvías, es una anarquía organizada. Todo vale, todo está permitido , se respira libertad, que no libertinaje. Niños, jovenes y mayores tienen su misión y se acepta al extranjero con naturalidad como a uno más.Se nota que es un pais con antiguas tradiciones que se respetan y toleran. Cenando con una pareja joven española que vive allí me di cuenta de que se sentían bien recibidos e integrados , de que están a gusto y tranquilos y entonces pensé en lo agradable que es sentirse ciudadano del mundo.