Cuando M se levantó por la mañana para ir a trabajar como cada día no sabía que su vida iba a dar un auténtico vuelco de 180 grados. Cogió su moto y se dispuso a realizar esa ruta que sabía de memoria. Con lo que no contaba era con ese conductor medio dormido que con su coche se le tiró encima. Solo del impacto M perdió el pié izquierdo. La ambulancia tardó 40 minutos en llegar mientra el ,retorcido de dolor estaba tirado en la carretera. Le llevaron al hospital más cercano y ya en la mesa de operaciones el médico le dijo que probablemente le tendrían que amputar la pierna entera porque el femur también lo tenía destrozado. M se opuso rotundamente y fué así como le hicieron un "apaño" y trás la insistencia de su hermana que vivía en Barcelona lo trasladaron en ambulancia a la ciudad condal , en donde un médico de renombre le volvió a operar y le recompuso la pierna, aunque sin pié.
I era la menor de cuatro hermanas. Estaba muy arropada por toda su familia que veía como su tímida y estudiosa benjamina iba abriéndose camino en la universidad. El primer día que empezó las prácticas en un centro de rehabilitación le adjudicaron a M como paciente. Ella era nueva y se sentía algo cohibida. Pero M era muy extrovertido, ya llevaba allí varias semanas y se había ganado la simpatía de todos. Fué el quién la animó y poco a poco esa relación se transformó en algo más que amistad. Pasaron los meses y M empezó a caminar con una prótesis hasta que le llegó el momento de abandonar el centro por su propio pié, pero no se marchó
solo.
Hoy I y M están casados, tienen una preciosa hijita de un año que es la alegría de su casa.
I también es la fisio que me ayuda con mi tobillo. Mientras el otro día trabajabamos duro , orgullosa me contó su bonita historia.
Yo soy de las que cree que las cosas siempre pasan por algo. El proverbio indu de que cuando algo pasa será para bien o será para mal , se sabrá con el tiempo , me parece de lo más acertado. Otra vez cupido ha vuelto a hacer de las suyas...
