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jueves, 2 de junio de 2011

La angustia vital profunda.

Dijo ayer el profesor: El niño vive su vida tranquila el primer año , pero a partir de los 2/3 años se le empiezan a inculcar modelos de comportamiento. Los padres le dicen lo que está bien o está mal y así el niño va memorizando y entendiendo lo que se espera de el. Poco a poco va perdiendo su espontaneidad y hasta su verdadera identidad. Si el niño se adapta a los modelos de comportamiento vive contento. Pero llega un momento en que los padres le exigen más y más y se enfadan con el por alguna razón , le recriminan por algo, entonces el niño , que no tiene recursos suficientes para mirar en su interior , se encuentra atrapado entre dos mundos, se frustra y siente una angustia vital profunda. No tiene a donde acudir. Su mundo exterior  falla y se siente perdido y vacío. Esto puede durar minutos o solo segundos pero esta sensación le  acompañará y se repetirá muchas veces a lo largo de toda  su vida . ¿ qué adulto no ha sentido miedo , incluso pánico ante alguna situación que no controla en su vida y se ha sentido abandonado? Una crisis económica, un desengaño amoroso,  una riña fraternal , mil situaciones en las que uno cree que el mundo le ha fallado . Los adultos debemos saber volver a ser nosotros mismos y mirar en nuestro interior, mirar hasta reconocernos para recuperar esa paz interior y ese decir  YO SOY, solo así conseguiremos dominar el miedo y la angustia  y  junto con una actitud positiva , poniendo de nuestra parte vivir en  alegría y  libertad.