Campanas de Domingo

Todos tenemos sonidos, olores,gustos que nos recuerdan buenos momentos. El Domingo pasado, estando en Alemania, me despetaron prontito las campanas de una Iglesia cercana. Enseguida se me abrió la tapa de la caja que todos llevamos bien guardada en un compartimento estanco de nuestro pensamiento. Toda mi familia pasábamos los veranos en una gran casa de mis abuelos en un pueblo muy pequeño de la Cerdaña. Los Domingos nos despertabamos con las campanas que llamaban a misa , al segundo aviso , salíamos todos y caminando ibamos a la pequeña y entrañable Iglesia en donde Don Nemesio esperaba pacientemente a las 9 de la mañana. Ya de regreso a casa empezaba el ritual del desayuno en el gran comedor. Las tostadas se hacian en una cocina de carbón y se llegaban a hacer hasta 400 !! acompañadas de una deliciosa mermelada de grosellas que hacía nuestra abuela cogidas en el campo. También habian galletas hechas con la nata resultado de hervir la leche que ibamos a buscar por las tardes a una vaquería cercana. Después todos los primos, tíos y abuelos leiamos, conversabamos y pasabamos la mañana debajo del sauce llorón centenario del prado. El olor de la nata, de la "fresquera" junto a la cocina, de las tostadas , el sonido de las ramas del sauce, todo esto se me paseó saltando por mis pensamientos y pensé que mis abuelos nunca se irán mientras algo haga que salgan de vez en cuando.