No me acuerdo ya a santo de qué se me ha ocurrido decir en la mesa del desayuno estando con mis hijos , que me gustaba jugar al ping pong. Mi hija mayor, muy extrañada me ha dicho : " Tuuu ? Al ping poooong ? Desde cuando?? "
Bueno. Pues si; yo jugaba hace muchos años, y al ser zurda no lo hacía nada mal. Desconcertaba a mis contrincantes, les he contestado. Y es que mis hijos no existían. No eran ni proyectos. Ni siquiera conocía a su padre.
Nuestros jóvenes desconocen un montón de cosas de nuestro pasado simplemente porque no estaban y nosotros no se lo hemos contado. Claro. Todo no se puede contar. Además los actos van acompañados de sentimientos. Y eso, eso si es difícil de transmitir.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAna, porqué no escribes más largo? Chica es que siempre me quedo con ganas de más.....
ResponderEliminar